En uno de los rascacielos más exclusivos del principado, éste apartamento se llena de piezas de un lujo sobrio y exquisito y se le confiere a los ambientes un fuerte carácter náutico. Reflejos de cristal, parquets de tonos naturales, terciopelos y lámparas doradas emmarcan el mar azul que se ve a través de los grandes ventanales y generan ambientes cálidos perfectos para relajarse y recibir.